Una de las confusiones más comunes en mi profesión son las diferencias entre psicólogo, psicoterapeuta y psiquiatra.
Un psicólogo es un profesional de la salud que estudio la carrera de psicología. El estudio de esta carrera lo capacita para conocer y entender el comportamiento humano de una forma general. La psicología tiene cuatro áreas de aplicación o de estudio: la educativa o psicopedagogía; la clínica; la laboral o mal llamada industrial y la social. Mediante el estudio de una maestría o posgrado, el psicólogo puede especializarse en alguna de ellas.
El área clínica de la psicología es la que se dedica a estudiar las enfermedades mentales desde su diagnóstico hasta las opciones de tratamiento. Sin embargo, un psicólogo como tal, no está capacitado para dar terapia. A pesar de que el campo de estudio es el mismo, carece de entrenamiento en la atención del paciente y su campo de trabajo es meramente teórico. Contar una maestría en psicoterapia es la única preparación válida para que un psicólogo pueda dar terapia.
Un psicoterapeuta es un profesional de la salud que ha cursado una maestría en psicoterapia y ha sido entrenado para acompañar a los diferentes seres humanos que deseen un proceso de crecimiento y transformación en su comportamiento y cómo experimentan los sucesos de la vida. La mayoría de los psicoterapeutas son psicólogos de formación, pero no es la única carrera que pueden ingresar a esta maestría. Debido a que se requiere un conocimiento básico de psicopatología y de ciertas bases biológicas de la conducta: los médicos, nutriólogos, enfermeros, así como otras carreras afines pueden optar por esta instrucción.
Una buena maestría en psicoterapia atenderá cuidadosamente tres aspectos en el aspirante: el proceso personal; un entrenamiento adecuado y supervisado de su actuar con los pacientes y darle las herramientas académicas necesarias.
Las bases académicas le proporcionan el mapa; el entrenamiento, la experiencia en el territorio propio del ejercicio de su profesión. Pero el proceso personal le da las habilidades necesarias para no sólo ser un buen técnico sino un artista en su profesión. Entendiendo proceso personal como haber asistido con otro psicoterapeuta a tratarse así mismo en las profundidades de su psique. Quizás esta sea la diferencia abismal para ser un experto en esta materia o no. Conocer el territorio propio nos confiere esta destreza única e imprescindible.
Por otro lado, la psiquiatría es una especialidad que sólo se estudia después de estudiar medicina. El psiquiatra se dedica a diagnosticar y tratar las enfermedades mentales desde la visión médica, es decir, observando la enfermedad mental como parte de un desbalance fisiológico y bioquímico del paciente; tampoco a dar terapia. Los psiquiatras que se dan terapia lo hacen porque se han capacitado además en esa área.
La psicoterapia es una profesión seria y delicada. El ser humano que piense dedicarse a ella debe asumir el compromiso de su capacitación formal y responsable. Entendamos que los cursos informales o breves no hacen profesionales de la salud.