La segunda mente

En el libro Las Valkirias, Paulo Coelho dice:  «La segunda mente bloquea la sabiduría universal».  No hay nada más cierto que esto, pero ¿qué es la segunda mente?

De entrada así como se oye es:  el ser humano tiene dos mentes.  La primer mente y la segunda mente.  Otros autores lo llaman la mente superior y la mente inferior, respectivamente.  También la podemos leer como el ser superior y el ser inferior, de igual manera.


La mente con la que estamos más familiarizados y que es generalmente a partir de la cual pensamos, elegimos, y vivimos con, es la segunda mente (mente inferior o ser inferior).  Es esa mente o psique descubierta por Freud.  Esa que tiene una parte inconsciente y una consciente, esa que dividen los psicoanalistas entre ello, yo y super yo.


La mente superior, primer mente o ser superior es, en la mayoría de los seres humanos, inconsciente durante la infancia y adolescencia de nuestras vidas.  Aunque existen algunos que desde pequeños tiene acceso parcial o total a ella.  Su aparición es gradual y es parte del proceso evolutivo espiritual en los seres humanos.

 

La diferencia entre ambas es el contenido de las mismas, la mente inferior está llena de los pensamientos negativos y catastróficos resultantes de nuestra vida, en cambio la mente superior impulsa el pensamiento amoroso, compasivo, que nos inunda de posibilidad.

 

La mayoría de nosotros al despertar de esta nueva mente y conocerlas a ambas intentamos callar a la mente inferior.  Sin embargo, no lo logramos y entonces comienza una lucha interminable.  Nos dedicamos a intentar desaparecer o educar algo que nunca cambiará de parecer.

 

En el mismo libro Paulo Coelho nos recuerda la mejor forma:  «Ten paciencia a todo lo que tenga que decir.  No respondas.  No discutas. Ella se cansará».  La mejor forma es dejarla estar. Acostumbrarte a reconocer cuál es su métrica y tonada. Desde mi visión no se cansa, sólo que aprendes a no escucharla y puedes elegir escuchar la otra voz que te da una mejor oportunidad.

 

En estos tiempos de tanto cambio es imperativo aprender a escuchar a tu primer mente.  Lograr la maestría de integrar nuestra historia y sus heridas para poder, disfrutar el presente y poder crear nuevas posibilidades.  De aquí la importancia de este expertise, la posibilidad de un mundo nuevo y distinto, cada vez más nuestro.

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